No sabemos lo que queremos.

¿Viste cuando un chico se pone fastidioso? Bien. Le das un juguete, lo mira, y llora.Le das otro juguete, lo agarra, lo tira. Llora. Le das un caramelo.Con la cabeza dice "no". Llora. Ahí es cuando decís: "No sabe lo que quiere".

Así, como un nene caprichoso,estamos los argentinos con la Selección.

Se viene un Mundial. Faltan 15 meses para Rusia 2018.
La selección, a decir verdad,no juega bien. No es novedad. Y está a la vista de todos.
Pero se está jugando una eliminatoria de la cual se depende para decir presente en la ex Unión Soviética.

Entonces, es cuando tenemos que entender, que por más que tengamos al mejor del mundo (sabés a quién me refiero) que a veces rinde y  otras no en el equipo argentino, y aunque estén, los que a criterio del Técnico de turno son los mejores para  acompañarlo, las cuestión es clasificar.

La frase hecha de "ganar como sea" fue la mas nombrada el jueves pasado, después de haber vencido a Chile--verdugo en las últimas 2 finales de Copa América-- con un penal, para algunos dudoso, pero penal al fin, que el 10 transformó en el grito sagrado,y que a la postre, le dio la victoria al equipo del Patón.
Escuché tantas cosas ridículas de loros que repiten y repiten, que no las podía creer. "Los robamos a los chilenos"(por el penal cobrado)...¿y qué querés papi? ¿que no patee el penal? Basta  de  la mentira  del falso Fair Play. Basta.
O cuando a tu equipo, en el clásico del año, le cobran un penal, decís, "y si, ganamos pero no tendria que haber cobrado ese gol...era off side..."...seamos sinceros, por lo menos, una vez  en la vida,reconozcamos que los argentinos somos así. (Excepto Cachito Vigil).

Y esa victoria de la semana pasada, sirvió para que el equipo Nacional, se acomode al menos por 6 días, en zona de clasificación directa a Rusia.

Que Bauza está pifiando el vizcachazo,no tengo ninguna duda. Para mi,no era el indicado para reemplazar a Martino--para  mi eran Simeone o Pochettino--, pero los cráneos de la AFA, se inclinaron por el Patón, y una vez que está trabajando, más allá de decisiones  desacertadas como está teniendo, no se le puede desear que le vaya mal, como hicieron por ejemplo, hinchas de Central cuando el Tata era del DT Nacional, o hinchas del Lobo,cuando Sabella y sus dirigidos, llegaron a la final de Brasil 2014. Eso es mucha mala leche. Típica de argentinos. Mostrando que en cuestiones de fanatismo, y con la argentinidad  al palo, ni nosotros sabemos lo que queremos.






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